Un citricultor de Alzira recibe poco menos de un céntimo por cada kilogramo de clemenules, un 1 % de lo que cobró hace siete años
CARLES SENSO Desgraciadamente, todo indica que en los próximos días muchos agricultores se van a sentir identificados con el protagonista de la siguiente historia y similares quejas van a inundar los corrillos que se creen entre profesionales del campo. Vicente Ros es un labrador jubilado de Alzira que trabaja en sus huertos de forma aficionada. Mantiene sus plantaciones después de heredarlas de sus suegros con el único objetivo de seguir con la tradición. Esta semana recibió el pago de su cosecha de este año por parte de la cooperativa de Alzira, Alzicoop. Ha cobrado 328 euros por 38.342 kilos de naranjas, a menos de un céntimo el kilogramo de la variedad clemenules, o lo que es lo mismo, a 26 pesetas la arroba. «Es totalmente indignante que a los agricultores nos cueste dinero del bolsillo después de estar todo el año trabajando. Menos mal que tenía una bonificación porque sino hubiese tenido que pagarles yo a ellos por venderles las naranjas», confesó ayer a Levante-EMV, Vicente Ros.